lunes, 3 de octubre de 2011

No hacemos magia, hacemos ciencia.


En nuestro laboratorio de proteómica, probablemente, nunca haremos uno de esos descubrimientos espectaculares que encuentran un hueco en el telediario. Y es que nosotros solo ponemos tecnología, experiencia y trabajo a disposición de otros investigadores para ayudarles a identificar o caracterizar las proteínas relevantes en su investigación.


Y aún así, nuestro trabajo nos gusta, nos gusta aprender en cada problema y enseñar en cada solución, pero sobre todo nos gusta creer que sumamos nuestro esfuerzo al de aquellos que se empeñan en diagnosticarnos una enfermedad sin hacernos daño, de aquellos que quieren estar seguros de que nos han curado. De los que anhelan saber por qué nuestro cuerpo a veces nos lastima. De aquellos que no se cansan de probar para encontrar nuevos y mejores medicamentos. De los que, a pesar de su escasa rentabilidad, siguen estudiando enfermedades que sólo afectan a unos pocos, o a los muy pobres. Y también de los que cuidan nuestros cultivos y nuestro ganado de sus males. De los que hurgan en el suelo y buscan en el mar para encontrar soluciones a los problemas de todos. E incluso de los que sueñan con que en África podrían potabilizar el agua con semillas de calabaza…


Seguro que a todos ellos les gustaría hacer magia. Lástima que sólo sepamos hacer ciencia.


Proteómica_CIPF





1 comentario:

  1. Me resulta sorprendente que digáis que "solo"(!) ponéis la tecnología!!! a veces nos sentimos tan minusvalorados que nos lo acabamos creyendo :)

    Yo diría más bien.... ¡menos mal que estáis ahí para hacer posible todo lo que el resto imagina!

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